Has hecho cursos, visto videos, practicado como loco… Pero todavía sientes que no te sale como debería. Las caritas te quedan raras, las patitas no se ven como en las fotos, y siempre dudas si lo estás haciendo bien o no.
¿Y sabes qué es peor?
Sentir que nadie te enseña TODO. Siempre falta algo. Siempre hay “secretitos” que no te cuentan.
Yo también estuve ahí.
Cuando comencé, también me sentía insegura. No sabía cómo lograr ciertos acabados, me frustraba, y muchas veces pensé: “¿Será que no soy buena para esto?”
Con el tiempo, aprendí. Estudié mucho, practiqué más aún y fui tras las mejores técnicas de Grooming.
Hoy, después de más de 9 años trabajando con grooming comercial y enseñando a personas de todo el mundo a través de Internet, decidí crear lo que a mí me hubiera salvado allá atrás: una formación clara, completa y sin secretos.